Gastnutzer
31. Januar 2023
Más que un hotel, un hogar donde alojarse unos días. Trato exquisito, familiar y encantadores. Junto al comedor, un rincón de lectura y juegos para los niños. Música instrumental suave y muy agradable en los desayunos, detalle de bandas sonoras Disney para los niños. Los ventanales del comedor y del salón aportan mucha luz y un ambiente lleno de encanto. Detalles de muebles restaurados con un gusto exquisito. La habitación amplia y confortable, con aire acondicionado frío y calor. Ventanas térmicas, bañera tratada antideslizante. Neverita con agua sin cargo a la habitación. Hotel con piscina, pista de pádel y una grada con una explanada alargada para eventos variados. Un entorno muy agradable con párking privado, vigilado y cerrado. Nos hemos sentido como en casa. La tarde noche de llegada, pese a no dar cenas, les faltó tiempo para hacernos unos sándwiches. Nos cambiaron las entradas de Cabárceno, ya que nos habíamos equivocado de día.
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