Gastnutzer
5. Dezember 2024
El hotel es una casa de campo preciosa y muy acogedora que invita a relajarse y disfrutar de la estadía. Sus espacios y jardines permiten que sea poco probable toparse con todos los huéspedes a la vez. Para pasar el tiempo en el hotel puedes ir a la piscina, la cual tiene unas cómodas reposeras o bien, salir a pasear por los parrones o senderos que tienen señalados, ya sea a pie o en bicicleta. Sobre la habitación que nos quedamos, era muy espaciosa, limpia y cómoda. Respecto al baño, no tuvimos ningún problema con la presión del agua. La comida es también muy buena, nada que envidiar a un buen restaurant de Santiago, recomiendo el rissotto y el tartar de res y respecto al desayuno, súper abundante y te dan la opción de que te lo sirvan a tu habitación o en la terraza del hotel. En cuanto al personal un 10 de 10: serviciales, atentos, simpáticos, mención especial a Jaime, Esmeralda, Yasna y Víctor. Para los amantes de los aviones y helicópteros, el hotel cuenta con una pista de aterrizaje y helipuerto, los cuales están en buenas condiciones. Finalmente, tuvimos la gran suerte de coincidir con el dueño de la viña y su señora, personas muy cercanas que se preocuparon de que nuestra estadía fuera inolvidable.
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