danielvG5293PD
8. Januar 2024
Son un auténtico desastre en recepción, además alguna de las personas bastante desagradable (hombre alto con barba y gafas). Llegamos a las 12 am después de un viaje de 9 horas y nos dijeron que no nos daban la habitación hasta las 15:00, bueno pues a las 15:45 aún estábamos a la espera. Y no hubo nadie que nos ayudase a bajar las maletas y subirlas a la habitación, sí lo hubo al dejar el hotel. La habitación fue suficiente para los 4 mas la cuna, lo malo que sales de la ducha y te topas con las 2 camas, asique no hay ninguna intimidad. No hay minibar o nevera y tampoco te dejan ni una botella de agua de cortesía. No hay un solo amenitie, ni siquiera un triste peine. La piscina cubierta estaba demasiado fría no sirve para darse un baño relajado después de esquiar. Las taquillas guarda esquíes son diminutas, da igual que sea una habitación doble que una cuádruple, son todas iguales. La comida no está mal, pero es muy repetitiva. La cena consiste en entrantes tipo buffet y un segundo a la carta a elegir entre 3 opciones, pues en 6 días creo que siempre hubo cordero. El cocinero de la plancha un amor de persona, al igual que Rocío, que también estaba en el comedor. Nos llevamos un gran recuerdo de ellos. El desayuno no está mal, aunque no hay mucha variedad. Un abrazo enorme para Carlos, el conductor que te lleva a pistas, logra sacarte una sonrisa aunque haya niebla y esté lloviendo. En resumen, me esperaba otra calidad de hotel al pertenecer a la estación.
Übersetzen