Gastnutzer
24. Oktober 2024
Hotel enclavado en un histórico edificio el cual fue antaño un Convento Franciscano, en las habitaciones aún se encuentra señales de la congregación. Lo único negativo es que la antigüedad no está reñida con la reforma, se hace necesaria una reforma integral, sobre todo en cuartos de baño y por supuesto cambiar urgentemente el ascensor, prefería subir la escalera a una segunda planta antes que usar el ascensor. Desayuno buffet bastante aceptable, quizás la relación calidad/precio no esté muy bien conjugada, eso sí, la cama supercómoda, y la atención del personal fuera de serie, supersimpáticas y amables todas las chicas, tanto en recepción, como en el comedor o en la cafetería, sobresaliente para ellas.
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