Gastnutzer
29. August 2023
Estuvimos una noche mi marido y yo por trabajo, normalmente vamos a una casita rural muy familiar que nos encanta, pero estaba llena y decidimos probar este sitio nuevo. Nos ha decepcionado bastante… No hay cortinas. No hay más que un enchufe cerca de la cama y además solo a un lado. Uno tiene una pseudo mesilla Y el otro no. La habitación es muy pequeña. El escrito ínfimo, para dos personas es incómoda al final dejas las cosas en el suelo. El balconcito da a una calle transitada de bares y tiendas y no tiene cortina, si quieres luz te ven perfectamente desde la calle, y si no, tienes que cerrar la persiana a cal y canto. Tampoco hay luces de ambiente, o estás con la el foco del techo o a oscuras. Intentamos tener apagada la habitación y encender la del baño pero sonaba el ruido de un motor al encender esa luz y era muy molesto. Lo peor, el sistema de cerraduras (no hay nadie para abrirte, abres con un link a través del teléfono)… Con una cobertura y una conexión tan mala en el municipio, el proceso de poder entrar en el hotel a veces se demora 5 o 6 minutos. Cuando llegas de una jornada laboral XL cargados hasta arriba, aseguro que ese tiempo se hace eterno. Teníamos que probar con la wifi del hotel, nuestros datos, reiniciar, volver a intentar y así hasta que por fin, se abre la puerta. Teníamos una reunión de trabajo importante online y finalmente fue imposible llevarla a cabo por la mala conexión. Nos gusta mucho trabajar en pueblecitos porque los hoteles suelen ser muy familiares, la familia que los lleva te tratan con mimo, aquí simplemente no hay nadie. Todo es por WhatsApp o teléfono. Nos sentíamos un poco como que nos habían metido en lugar a medio construir o sin terminar del todo, ahí a nuestra suerte. Una sensación muy extraña de "abandono", de poco interés o poco cuidado. No sabría explicarlo. Como pros os diré que está muy nuevo (daba la sensación de que lo estrenamos nosotros) que la cama es muy confortable, en muchas ocasiones he tenido problema con la cama de los alojamientos y ésta es verdaderamente cómoda. Y el baño nos ha gustado mucho, la ducha de mucha agua y muy caliente. Muy cómoda también. La decoración del salón que hay abajo nos ha encantado. Muy acogedora, original, preciosa. Nada que ver con la de las habitaciones que son bastante pobres. Nos cobraron un plus por ser dos en el desayuno y es el desayuno más pobre que he visto nunca. Leche escasa, dos trozos de pan para que te los hornees tú, con envases individuales de mantequilla/mermelada y tomate con aceite. Ni fiambre, ni huevos, ni lonchas de queso… nada. Yo que soy sensible al gluten desayuné media manzana… En fin, sintiéndolo mucho, no volveríamos a alojarnos aquí.
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