Gastnutzer
6. Juni 2025
Fuimos un sábado a almorzar. Menú: pedimos matambre de cerdo y tira de asado. Porciones abundantes, la tira es para compartir, deberían servirla en vajilla que mantenga el calor porque solo se disfruta las primeras costillas, el resto al enfriarse pierde sabor. Bebidas gaseosas línea coca y Pepsi en botellas individuales y la copa de vino solo ofrecen vino de la casa”Perdido en las cerrazones” Se puede comer en el salón o en los balcones al exterior, cuando hay demasiada demanda habilitan un salón extra reservado para eventos pequeños( en caso de no estar reservado) Si se va sin reserva hay que esperar. El salón es pequeño, le falta ambientación, esperaba encontrar murales con los cerros y senderos tucumanos, o la letra de las canciones de Don Ata, pero nada de eso, solo tiene mesas sin mantel, con individuales y vajilla elemental , bien distribuidas y un gran ventanal con una linda vista. Imperdible la visita al pequeño museo. En el ingreso a la Hostería hay una recreación de Don Ata.con su poncho y la guitarra.
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