Hotel Spa Calagrande Cabo de Gata

Las instalaciones del hotel son bastante mejorables, el hotel se nota descuidado no por la limpieza que genial sino por necesidad de mantenimiento por el precio que tiene, lo mejor de la experiencia el spa y en concreto el masaje de Olga y Chus que nos trataron súper bien

Lugar único y de excelencia, con todos los servicios que necesitas para sentirte confortable. Muy cerca de la playa, a dos minutos caminando. Si bien la playa es de piedras, sus aguas son de color turquesa, rodeada de bares y restaurantes con muy buenos precio

En primer lugar teníamos reservada la suit desde hace varios meses y cuando llegamos estaba ocupada por otro huéspedes, no tuvieron que realojar en otra habitación inferior, es verdad que nos compensaron económicamente pero la gestión de la recepción fue lamentable, echando balones fuera e increpándonos a nosotros por protestar. Lo peor de todo es el bar de la piscina que es el único sitio que hay para comer algo (salvo el desayuno) muy mal atendido, malas formas, esperas interminables, no había agua fría, máquina de granizados estropeada, se acaba el barril de cerveza y no lo cambian hasta el siguiente turno, la comida muy limitada, no nos quisieron dar los tickets de las consumiciones, comidas incluidas, que hacíamos ahí... vamos un auténtico desastre, por supuesto lo fuimos a reportar a la recepción, pero no hicieron nada. La zona de la piscina está bien, pero como se permiten niños, al ser tan pequeño, acaban molestando. Por poner algo bueno, el pueblo está muy cerca y con mucha vida, y la habitación que nos dieron bien, teniendo en cuenta que era juna junio suit. En resumen, muy malos servicios, mala atención y un desastre de organización, por le precio que tiene, no volvería nunca.