Altos de Guemes Hotel

Un lugar muy lindo , una enorme casa con un ambiente muy acogedor . La habitación muy confortable, la cama muy amplia y muy cómoda , con frigobar una tv grande. No se siente ningún ruido En recepción muy atentos y el desayuno muy completo . La recepción cuenta con un living y estufa de leña que lo hace de este lugar que sea encantador

Excelente hotel, muy buena ubicación y un importante y variado desayuno. Está en Falucho y Güemes ( Mar del Plata).El personal es muy amable. Posee un patio interno al aire libre muy bonito, también donde se puede desayunar. En la esquina se encuentra la calle Güemes con diferentes propuestas gastronómicas y paseos de compras. La zona es perfecta para caminar y apreciar hermosas casas y locales comerciales

una casona muy bien ambientada, tomamos una habitación triple en el segundo piso, muy bien equipada y cómoda, el hotel está ubicado en una calle tranquila y muy bien ubicado, el personal es para destacar, la atención es impecable siempre con una sonrisa, desde la recepción, en el desayuno, en el bar, siempre dispuestos a lo que uno necesita un lugar muy tranquilo para descansar y desconectarse, muy recomendable !!!

Excelente opción para alojarse en Mar del Plata, lindo lugar, prolijo,cama súper cómoda, linda ducha, buen , buen precio y desayuno súper completo. El Hotel esta muy buen ubicado Volveremos sin dudarlo !!!

Excelente ubicación. Casa antigua muy bien relacionada con todo el confort. Desayuno espectacular. Atención inmejorable. Muy buen gusto.Luz y sol. Camas comodisimas. Roperos amplios. Garage muy bien a dos cuadras. Muy buen personal.

El hotel ha sido en un pasado remoto una casa preciosa. No es un hotel con normas establecidas. Es imposible, cambiar la habitación que le asignaron si a uno no le agrada. Pese a que no era la correcta. La gerente contesta horrible, es un diálogo disparatado. Las tarifas son más baratas por internet que por teléfono. El desayuno es desagradable. Las tortas están eternamente servidas. Es decir de noche también están expuestas sin refrigeración. La limpieza de la habitación es buena solo a la llegada. Luego no. Existen normas secretas, monacales, que rigen la asignación de las habitaciones. No es un hotel en el sentido estricto. No es alegre. El desayuno es imposible de tomar. Y la atención de la autoridad superior es pésima.