Lobo1949
26. November 2024
Tres aspectos a considerar para la elección de un balneario, y aplicados al Termas Romanas de Lugo. 1- El hotel es un tres estrellas, y aunque correcto, es junto con el Virrey Palafox, en el balneario Fitero II, lo más básico que he encontrado. La habitación que he ocupado es sencilla, mobiliario sencillo, y provista de y un mini televisor. El baño, también sencillo y muy austero en complementos. La limpieza es correcta, y el personal muy amable.A destacar las vistas al río Miño y al puente romano. 2- En cuanto a la restauración, el desayuno, tipo buffet, también muy básico y perfectamente prescindible. Mejor las comidas, con posibilidad de elegir entre dos opciones, bien elaboradas y suficientes, aunque nada destacables. 3- Y lo más importante, el balneario. De la bondad de sus aguas da fe el olor desagradable que se percibe al principio y al que rápidamente uno se acostumbra, no resultando molesto. En cuanto a los tratamientos, lo principal, son rotundamente decepcionantes. No dudo de que sean beneficiosos, pero comparados con los que se ofrecen en otros balnearios, y he visitado muchos, sale muy mal parado. Sin duda los peores que he recibido en muchos años. No cabe la excusa de que es un programa de termalismo social, porque también lo eran todos los demás que he disfrutado. La cercanía al precioso casco histórico de Lugo, es lo único que me ha resarcido de esta mala experiencia.
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