Hotel Bodega El Moral

Google Maps took us to the archway where you'll see a sign for the hotel. After that follow the road and you'll see the Winery on the hill, very easy to find. From the archway the road is a dirt track but perfectly passable as long as you're not in a low profile vehicle eg a Ferrari ! Upon arrival we were welcomed by Dragita one of the winery dogs. We were allocated room, it had a superking size bed with crisp white linens and fluffy towels. A bit of attention needed to the shower and a couple of items of furniture but nothing that affected the best night's sleep. It is so peaceful and the starry sky was fabulous as there is zero light pollution. The grounds are beautiful. A lovely large swimming pool and terrace. A varied dinner menu with their own delicious wines. The restaurant opened at 8pm but they were happy to serve us drinks before hand. Breakfast is included, super coffee, fresh orange juice, warm rolls and croissants. Will definitely return.

We are always looking for places to stay to on our way from North to South Spain and vice versa and this year we came across Bodega el Moral. It is a short drive off the A66 motorway but you need to be alert not to drive past the turning on to the dirt road that leads to the hotel. It is a delight. The food is excellent and the wine very good and reasonably priced. I did not regret choosing this hotel to celebrate my birthday. We ate in the courtyard outside our room. The rooms are a little old fashioned in terms of furnishing but very serviceable. The grounds are well maintained and the swimming pool looked lovely but in October too cold for us. The prices of room and meals are very reasonable and we will return and stay for more than one night to have the opportunity to explore the area. A possible downside could be if there is a wedding or big function. The layout of the rooms around the central courtyard means that there would be no escape from the noise.

Me hospedei com minha família por uma noite neste hotel, e eu devo dizer que deixou muito a desejar. O lugar é de difícil acesso, o GPS não conseguia nem mesmo localizar direito, e ao entrarmos em contato com o hotel para nos localizarmos, desligaram grosseiramente na nossa cara. O quarto com muitos problemas básicos, como falta de papel higiênico e um frigobar que não gelava nada, café da manhã sem opções nenhuma, os funcionários não falavam inglês, um sinal de celular e internet horrível, e na hora de pagar um absurdo: nossa noite sairia por cerca de 280 € no total, mas a funcionária não prestou atenção e digitou como 28.000 €, e ainda por cima não sabia nem mesmo fazer um extorno do valor, mostrando total despreparo profissional da mesma. Por sorte conseguimos entrar em contato com o banco, e com muito custo fazer o extorno do dinheiro, e ele chegou em menos de uma semana. As únicas coisas boas foram o jantar e o garçom que nos atendeu

Sitio tranquilo, relajante y muy cuidado. Bodega privada que han conseguido incorporar habitaciones e instalaciones para convertirlo en hotel, dentro del ambiente y hábitat delos viñedos y con la esencia de un hotel totalmente equipado y profesionalmente atendido. Buena comida y acogedor lugar. Si me permitís una sugerencia os aconsejo que realicéis la visita, que ellos disponen, para ver una de las bodegas de propiedad. Es fabuloso el lugar, la explicación del propietario y os hará ver desde, otra perspectiva, el mundo del vino y sus cuidados.

Situación insalubre de las habitaciones. Primero decir que tanto el trato recibido por los trabajadores y la comida servida fueron muy buenos y muy recomendables. Sin embargo, cuando llegamos al hotel y nos asignaron la habitación nº10, nada más abrir la habitación se olía un fortísimo olor a aguas fecales y se lo comunicamos a los trabajadores, que eran conocedores de que cuando corría el viento en esta época del año en esas habitaciones emanaba un olor nauseabundo de la fosa séptica. Pedimos que nos cambiaran la habitación porque debido al olor tan fuerte no se podía estar, pero se nos dijo que eso no era posible porque todas las habitaciones estaban ocupadas y la solución era poner lejía en las cañerías y que las tapásemos con toallas. Intentamos probar con las soluciones que nos dijeron y además abrir las ventanas pero el olor persistía. Tuvimos que pasar la noche en la habitación, durmiendo con la ventana abierta a finales del mes de octubre, con toallas puestas en cada una de las cañerías, con la puerta del baño cerrada y tapada con una toalla por debajo, y aun así el olor era insoportable y mareante. Esta reseña la pongo únicamente para avisar a futuros clientes que la habitación nº10 y las que están cerca pueden tener un olor que arruine la experiencia y evitar asi que vivan una mala experiencia como la que he sufrido. Por lo que escuche de otros clientes que pasaron la noche en el hotel en otras habitaciones, su experiencia fue muy buena en todos los sentidos y no se vio estropeada por la malísima situación de la habitación.

Cortijo convertido en pequeño hotel. Magníficamente atendido por José y Pilar. Habitación más que correcta, camas cómodas, buena calefacción (fuimos en invierno), un restaurante con una carta amena y bien hecha. Tiene bodega junto al hotel, que no tuvimos oportunidad de visitar y que veremos la próxima vez. Los que trabajan en el hotel te hacen sentir como en casa. Y tienen una perrita ("la Okupa") que te acompaña a la recepción cuando llegas, que se hizo amiga de nuestra perra y la esperaba en la puerta de la habitación tranquilamente. Precio más que justo. Muy recomendable Y solo una propuesta: en invierno el suelo de la habitación es de baldosas. Una alfombra le daría un punto más de confort.

Todo un descubrimiento, aunque está aislado, ahí tiene parte de su encanto, silencioso y relajante, con trato personalizado Piscina con servicio de bebidas y lo mejor de todo la cena en el patio central con buena comida y un tiempo maravilloso Muy recomendable

Además de que el acceso es odioso, lo peor de el hotel es la persona de recepción que es lo menos hospitalaria que puedas imaginar. Borde, frío y con capacidades comunicativas muy pobres. Seguro que hay sitios mejores en esa provincia, esto está en medio de la nada. ¿Cuatro estrellas? ¿de qué?