Hotel II Virrey

El hotel es precioso y está situado en pleno centro histórico de El Burgo de Osma. Tiene aparcamiento y está enfrente de la estación de autobuses

El establecimiento está excelentemente situado, hay sitio para aparcar sin problemas. Las habitaciones son amplias con todo el servicio como corresponde a un hotel de su categoría. Desayuno suficiente y completo. A mejorar... pues modernizar las cerraduras de las puertas (deben estar en proceso) y dar información sobre los servicios (gimnasio, sauna...) y su uso así como de la localidad y la comarca en la habitación.

Este comentario va dirigido a la cafetería del Hotel virrey, en concreto al camarero que estaba el martes por la noche. Está claro que es una cafetería, pero la amabilidad siempre debe de estar presente además del servicio. Nada que objetar al resto del personal del Hotel.

Publican fotos bonitas que no corresponden con la realidad. Y despues entras a la habitacion y te llevas una enorme decepcion. Lo único que corresponde es el alto precio. Muy anticuado, cutre, aún con llaves. Un minibar vacío en medio, con el que tropiezas, inodoros ruidosos.

Situación perfecta dentro del pueblo pero: Decoración/mobiliario habitaciones antigua. Insonorización cisternas nula La amabilidad de la gente de recepción, deja bastante que desear así como rio trato con los trabajadores. En mi habitación, se notaba perfectamente la roza del AA

Si queréis descansar huid de este hotel, no os dejéis deslumbrar por la escalera o su entrada, porque ahí termina todo. Las habitaciones que miran a la carretera, como fue la nuestra, tienen la terraza de la cafetería debajo de tu ventana funcionando con música y clientes ataviados hasta con anorak (dispuestos a alargar la noche) y sin horario establecido para acabar (según la recepcionista del hotel “es verano”) pedimos que nos cambiara de habitación (tras varias bajadas a quejarnos del ruido) y nos explicó que el resto de habitaciones eran peores ya que las que en las laterales, el ruido de la carretera aún es mayor y en las que miran al pueblo, seríamos molestados por la gente que regresa de la discoteca. Al ruido de la terraza y la carretera hay que añadir las cañerías del hotel. Para finalizar mi reseña quiero compartir un consejo que nos dio la recepcionista: la próxima vez, mire usted dónde está situado el hotel antes de reservar.