Gastnutzer
31. Januar 2023
Busqué una estancia, en el camino entre Los Andes y Buenos Aires para que, luego de cruzar la cordillera a caballo, contar con una buena ducha y una buena cama. Encontré La Pampeana como opción, llamé por teléfono, me atendió el propietario quien me explicó las comodidades y su oferta gastronómica a la que, debo admitir, no presté mucha atención. Llegamos a la tarde, nos recibió Javier, guardé el auto bajo techo, nos mostró la habitación muy confortable, cama King, tv de muchas pulgadas que no encendí en los 5 días que estuve y un jacuzzi gigante, mejor imposible. Llegó la hora de la cena, elegimos la alternativa con maridaje de vinos, Betina nos sirvió la primera copa y el primer plato, Javier nos contó sobre los ingredientes y cómo estaban combinados y cocinados, lo probamos... el resultado fue que nos miramos sorprendidos con mi mujer porque ninguno de los dos entendíamos que nos estaba pasando; en nuestro paladar explotaron un sinnúmero de sabores, nuevos, placenteros, increíbles y ese fue el comienzo de los 44 platos que le siguieron, ninguno repetido, que comimos durante los 5 días que estuvimos. Javier mezcla su experiencia, intuición y magia para diseñar platos únicos y maravillosos impensados antes para mi. Agradezco a Javier Montes por habernos brindado esta experiencia inédita y a su hermosa familia por la atención que nos brindaron. Muchas gracias, espero poder volver pronto!
Übersetzen