Naomi Maestre Cembellín
14. Juli 2024
Lo primero es que resulta bastante complicado encontrarlo, una vez entras, el edificio está en muy mal estado (aparenta estar medio abandonado) y cuando subes a la planta 29 está la "recepción", es un piso hecho habitaciones. En la recepción no hay nadie, estuvimos esperando un buen rato y no aparecía nadie, aun sigo esperando a que me acepten en WeChat para avisarles de que estábamos ahí.
Finalmente, tuvimos que buscar nosotros la tarjeta de nuestra habitación en el mostrador y buscar la habitación, suponiendo que no estábamos haciendo nada malo.
La habitación es un horno, lleno de humedad y calor. El aire acondicionado no enfría bien, parece que simplemente mueve el aire. Las paredes y las cortinas tienen humedades y moho. Las sábanas las ponen de color gris porque no están limpias, tenían pelos y alguna mancha. El váter estaba sucio, tenía un chorretón de algo parecido a sangre. La mampara de la ducha tenía cal de hace 5 años.
Bastante decepcionante por el precio, no es un alojamiento barato. El peor del que llevamos en todo el viaje por China y de los más caros.
A las 00:15 aparece lo que parece ser una trabajadora llamando a nuestra puerta de la habitación. Exigiendo en chino que rellenemos un papel que nos da escrito a mano en chino también. No entendemos nada y ella no comprende el funcionamiento del traductor, lo único que queríamos era poder dormir...
No repetiría. Se escucha muchísimo ruido de la calle durante toda la noche, a pesar de la altura.
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