Posada Arco de San Miguel

Solo destacar el resto excelente del que creo que es su propietario. Servicio de desayuno pésimo. El duplex que nos tocó en la cuarta planta había que subir escaleras un piso. Televisión ridícula. Mucho ruido la escalera de madera. Falta papel higiénico

Un buen sitio para comer si haces parada en Calatayud. Tiene muy buena situación para visitar el centro. Comimos bastante bien. Platos abundantes. Las migas estaban buenísimas. El menú era económico, pero también tiene carta. Y el trato no pudo ser mejor.

Estuvimos en el Hotel Arco de San Miguel el primer fin de semana de febrero con un cofre de Wonderbox, en la habitación Santa María. Hemos disfrutado de muchos alojamientos con este tipo de cofres con un alto grado de satisfacción, pero en esta ocasión la experiencia fue muy desagradable. Sobre todo por la limpieza de la habitación, o mejor dicho, la falta de ella: basura en el suelo (incluso una servilleta de tela tirada detrás del sillón), una ventana sin vistas por la suciedad acumulada, el teléfono tirado en el suelo en un rincón, mantas y almohadas amontonadas (no dobladas) dentro del armario, el sillón tan sucio que daba asco sentarse... Además de esto, no funcionaba la luz del pasillo de acceso a la habitación, ni la calefacción del cuarto de baño, la alcachofa de la ducha estaba rota... En fin, un desastre de lugar que no recomendaríamos a nadie. El trato del personal fue correcto.

Este restaurante/ posada está ubicado en uno de los sitios con mayor encanto de Calatayud. Nosotros fuimos solo a su restaurante y no estuvimos alejados. El bar/ restaurante está decorado con mucho gusto. Dispone de una terraza en un entorno tranquilo y muy bonito. El servicio es excelente. Disponen de platos para vegetarianos.

El hotel son de los llamados con encanto. El personal muy amables. La situación inmejorable. El desayuno muy caro para lo que es. Las habitaciones del último piso son dúplex. El menú es excelente a un precio razonable.

Posada en el mismo centro. Muy acogedora, nos alojamos en la habitación " virgen de la peña" antigua pero muy cuidada. En realidad es una suite porque hay un dormitorio doble, además de un pequeño salón con sofá cama. El salón da a un balcón igual que el dormitorio. La suite se encuentra en el tercer piso con ascensor. Si reservas con desayuno es un desayuno continental no buffet! en una pequeñísima salita con dos mesitas en el primer piso. Además es auto servicio: Te dejan una tostadora y un aparato de café " dolce gusto" con pan, embutidos, zumitos, etc..., como sólo hay un enchufe te pasas enchufando y desenchufado para tostar pan y hacer el café. Por lo demás tienen un bar y un restaurante donde se puede disfrutar de un menú de día por 13.50 € entre semana. Se come bastante bien y el personal es agradable. Sin duda merece la pena. Hay que tener en cuenta que si vienes en coche no hay parking cerca.