Gastnutzer
2. September 2023
Por el complicado acceso para llegar, nadie diría que Marcel y su esposa han conseguido un alojamiento tan agradable, curioso, y peculiar, consiguiendo que los clientes se sientan cómodos. Pequeño, muy cuco, rodeado de naturaleza. Buenas vistas, el amanecer desde allí es muy bonito, acompañado de una magnifica banda sonora con infinidad de animales. Todo esta limpio, el desayuno muy rico, la fruta, la mejor que hemos comido en Bali, la mermelada elaborada por ellos muy rica. Como nota a tener en cuenta, esta en una cima, por tanto para bajar al pueblo, el acceso es complicado, muchas escaleras. Pero si eso no es problema, vale la pena, toda una experiencia.
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