Alkalea Hospedería

Positivo. Vistas, amabilidad y tranquilidad. Negativo. Aquí me alargo un poco más... Mala insonorización, se escuchaba todo lo de al lado. Para mí fue decepcionante más que nada por el precio que se paga. Cogimos la habitación con bañera hidromasaje, bastante limpio todo. La cama tenía alguna pata mal colocada y cojeaba, así que tuvimos que ponerla en otra posición y calzarla un poco. La bañera de hidromasaje hace demasiado ruido (todas lo hacen, pero èsta hacía demasiado ruido) y se mueve un poco, tb necesita sellarla en los bordes. Por último nos ofrecieron antes de nuestra llegada una cena de picoteo por 50€. Aquí he de decir que han sido los 50€ peor gastados de todos mis viajes. Una auténtica estafa con todos mis respetos. Picoteo frío, pero frío de verdad recién sacado de la nevera. Y para nada vale ese precio, con 50 € hubiéramos cenado 100 veces mejor en cualquier otro sitio. Y lo peor la excusa, es que el que nos atendió llevaba 1 semana trabajando. Esa no es excusa para ponernos esa cena. El postre ya se llevo la palma, que hasta la pareja que teníamos al lado se levantaron y no pidieron nada. Era como masticado un cubito de hielo de leche. Y encima nos sentó mal, toda la noche con ardores y gases. Y ya si te pides pizza como los chicos que teníamos al lado por 13.50 € una pizza tipo mercadona que alucinaron. Siento mucho poner este comentario pero es la realidad, y espero solucionen todo eso para que, a quien pague esa barbaridad, no les pase lo que ha nosotros.

Un alojamiento excepcional, con unas vistas inmejorables. La habitación un lujazo, parte de ella era de piedra de la misma montaña. El desayuno muy bueno. El personal del hotel lo mejor con diferencia, y en especial Veronica, siempre atenta a todo con su gracia argentina. 100% recomendable. Volveremos

Se encuentra en una pedania de Alcalá del Júcar, a unos 4km, pero merece la pena, el sitio es maravilloso. Las vistas de Alcalá son magestuosas. Súper tranquilo y acogedor, lo que lo hace un lugar ideal de descanso y desconexion. Las chicas son súper atentas, concretamente Vero que es con quien tuvimos más trato, desde el primer momento se mostró súper familiar y cercana a nosotros quedando siempre a su disposición. Es maravillosa. Realizamos una cata de vino organizado por ellos y fue una maravilla salimos encantados. El desayuno es súper completo. Sin duda un sitio recomendado al que volver una y otra vez.